domingo, 21 de diciembre de 2014

Panorámica des-enfocada





La hoja en blanco, oportunidad de expresar todo lo que quiera, tanto, que se agolpan, en el cuello de embudo que va desde los pensamientos hasta el teclado, tantas ideas, que les cuesta fluir. 
Quizá la falta de una rutina excretiva que la vorágine diaria no concede establecer, auto-negándonos el tiempo necesario para cerrar los ojos y expulsar cada día, poco a poco, algo de todos esos pensamientos que de otra forma cuesta hacer aflorar.
Así vivimos, constreñidos, atorados de pensamientos que guardamos en nuestra recámara; quizá siempre sea mejor otro momento para decir, para hacer, para sentir o para vivir. Solo hay que observar, solo sacar una panorámica desenfocada entre el tumulto, un giro de 360º diario que permita entrever las limitaciones que nos imponemos, los roles estancos que ejercemos. Debería ser prescripción médica: unos minutos de observar, solo eso, y los siguientes de sentir, solo eso; y que la receta sea de dosis incrementales, primero una al día, luego cada 8 horas para pasar a cada 3... y así hasta hacernos auténticos yonkis de la existencia, hasta hacernos seres que observan y sienten, sin filtros, sin miedos.



miércoles, 25 de junio de 2014

Alegoría fallida

Después de un día intenso, pensaba escribir alguna alegoría metafórica que transmitiera lo que siento de forma espectacular. Pero asumo que no tengo o la creatividad o las ganas.
Me encuentro últimamente varias tendencias que de forma recurrente se me presentan; una, la del coaching, la auto superación y la de reinventar el mundo; y dos, la de expresar los sentimientos, simple esta última, pero complicada en la práctica.
Desconozco que factores pueden influir en tanta recurrencia, quizá tener cerca la treintena... me da igual, pero si reconozco que cada vez que se presenta una nueva charla cargada de alguna de ellas algo nuevo me vuelve a inspirar, un matiz de mi forma de ser surge, resurge o se afianza, y me ayuda a afrontar cada día con una nueva inspiración, me ayuda a seguir creyendo en la utopía, que el mundo insite en catalogar de infantil,  que siempre perseguí: la de vivir un mundo sin cortapisas, genuino y movido únicamente por los buenos sentimientos, por lo humano y todo lo que hace posible la humanización de las cosas.  Ese sentimiento me ayuda a levantarme cada día y ponerle ganas, ganas  que incluso hacen sentir culpa por mantenerse en momentos en los que la norma dice que no debes tenerlas; ganas incluso ante la muerte, no soy yo el muerto, yo si tengo aún alguna oportunidad. Oportunidad, ¿de qué?, sólo creo que merece un esfuerzo real lo que se haga por lograr la felicidad,  en el camino hasta conseguir algún momento realmente feliz estamos obligados a mantener el aire que nos insufla vernos capaces de, uno, reinventar el mundo, y dos, expresar, sin cortapisas, sentimientos autenticos y que, de la misma forma nos los expresen. Al final resulta que lo que recurrentemente me asalta, no son temas huecos, son las herramientas para ser feliz.


domingo, 1 de junio de 2014

¿Cuestión de suerte?


Foto:http://mqciencia.com
    Largo paseo por Madrid,  el que me hace sentir esa sensación de vida que a veces pasa inadvertida. Cada paso, sonido o viandante es un evento único,  irrepetible,  cargado de su historia la cual trato de adivinar tan solo por su apariencia, su gorra,  tacones o patines que tanta información dan y a la vez ninguna veraz. 
Parece que esas reglas invisibles que mueven los hilos de la rutina a veces pueden romperse. A veces, una conversación puede acabar a las tres, cuatro o cinco de la mañana quizá ¿dependerá solo de lo interesante que sea?, ¿dependerá de haber decidido cuando finaliza o simplemente no haber decidido nada a propósito?, ¿ o es más cómodo establecer de antemano, y en todo, la hora de vuelta? Asi no nos plantearemos nada más,  no valoraremos si es mejor lo que tenemos en el ahora de lo que nos espera luego, no habrá sentimientos encontrados que nos pesen en la conciencia, ni por supuesto, tendremos la mas mínima responsabilidad en nuestros fracasos...total, será cuestión de suerte.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Mal comienzo, ¿buen final?


Foto: @marietepiz

      A veces el día no empieza tal cual quisieras. Te levantas más tarde de lo que pretendías, preparas el desayuno aunque tampoco te apetece demasiado, aún tienes el empacho de la cena de anoche, la cual, tampoco te apetecía demasiado. 
Te preparas un té a duras penas, el papel para sujetar la bolsa va dentro de la taza y en lugar de aderezarlo con un chorlito de leche, es con zumo de piña y uva,  !coño¡ lo pone bien claro. 
En 20 minutos ya estas asqueado con el día, y eso que anoche volviste a ver el discurso de Steve Jobs de Stanford y alguno de Emilio Duró en plan auto-coaching, pero, algo ha pasado que no han trascendido la noche.
Mientras tomas el desayuno una vez arreglados los desaguisados, te fijas que sobre la mesa cae una luz brillante, potente (lógico, son las 11 de la mañana), que te hace comenzar a pensar algo más en positivo. Al final de todo es posible que, lo importante, y quizá lo único que valga realmente la pena, sea esto, poder sentir esta luz una mañana más, poder mirar al cielo que sólo alberga alguna tímida nube y respirar profundo, percibiendo ese aroma tenue a hierba mojada que aún se mantiene de la madrugada, escuchando ese pájaro que monta jaleo desde las 5, pero que nunca te ha molestado; sentir que el día se ha creado para ti, para que puedas sentirlo a cada instante, puedas jugar a la suerte del destino con cada decisión que hoy tomes o que dejes sin tomar...y al final del día, esa luz se desvanecerá, el pájaro se resguardará en su nido y todo cesará, sólo  quedando tu y las sensaciones que hayas percibido, mañana, intentemos, que sean todas positivas.

lunes, 26 de mayo de 2014

Copiar hasta reventar

Foto:http://3.bp.blogspot.com/


       Como muchas noches durante algunas épocas me interesa conciliar el sueño leyendo algo inspirador, algo, que me haga creer que mañana todo (entiéndase "todo" como el mundo en su conjunto, sus reglas y sus tradiciones) empezará a cambiar de forma mágica, y que yo también cambie y amanezca más como aquellos que me sirven de modelo, que me inspiran por esa forma, quizá tan sólo literaria o no, de vivir al margen de gran parte de las convenciones sociales, de atreverse a ser casi-completamente genuinos, a ser personas y no una masa más arrastrada por otras masas.

Cierta medida de esta inspiración la obtengo del blog Ni libre ni ocupado, el cual copio. Otra parte la obtengo de observar, a ti, y te copio, a ese señor en la fila del pan, y  le  copio, o a cualquier otro que me cruce de  camino a cualquier parte en el que vea el mínimo atisbo de transgresión, de vivir fuera del círculo, cuadrado o rectángulo dentro del cual se circunscriben nuestras vidas.
Aquel al que veo en los ojos una especial claridad que pienso que se encuentra en estrecha relación con su mucha felicidad,  le copio.

Tengo la costumbre de fijarme en los ojos de la gente y buscar el mensaje que transmiten más allá de lo que expresen verbalmente o su aspecto exterior pueda decir. Muchas veces veo simplemente apatía, ojos faltos de motivación, ojos rutinarios que se miran hacia adentro, ojos que no acompañan una conversación y caen al suelo por no gritar: ¡me importa un carajo! O bien aquellos que simplemente guardan en su retina imágenes vacías de lugares variopintos solo útiles para recordar pero que nunca fueron vividos.

Hoy especialmente veo con claridad que la vida es digerir la literatura que te transporta, disfrutar la conversación que te inspira e ilusiona, aprender de la observación  de lugares, gentes y culturas diversas, el saltar, cada día un poco, fuera de lo convencional, de lo esperado, el sentir todos los días un poco de esa adrenalina que nos aporta el cuerpo cuando nos miran como a bichos raros, cuando nadie comprende eso de lo que estamos seguros...en definitiva crear algo más de lo que teníamos ayer ; y para ello, para vivir, nadie sabe de cuantas oportunidades disponemos.