miércoles, 20 de octubre de 2010

Momentos de paseo por el Edén


Y que no, y que no acaba todo mañana, que no todo pasa tan rápido.
Que hay que acostumbrarse a estar en el momento y no en el futuro,
y si todo cambia, si todo se desmorona ¿qué pasa?, ¿me muero?.
¡No! Cambiamos y punto.

Para que queremos vidas del mañana, para qué queremos sentirnos luego.
A qué estamos esperando, ¿a que todo vaya mejor?; no, lo mejor, ya es.
Aspirar a más, tener ganas de intentar, de proyectar, es tu vida, no la esperes.
Sintámonos ahora, vivamos este gran momento, recreémonos en todo esto.

Subamos las escaleras de las que no vemos el fin, abramos la puerta y entremos.
Si vemos el paraíso, corramos por sus jardines y fuentes repletas de vida,
regocijémonos con la fortuna de disfrutar tanta felicidad y tanta alegría.
Y si vemos el infierno, nos pegaremos una fiesta con Cerbero.

Pero si asomamos al un precipicio desde la punta de nuestros zapatos,
nos daremos la vuelta y bajaremos, saltando los peldaños que otrora trepamos,
pues, en definitiva, no los subimos nosotros, nos subieron en volandas
y nos llevamos lo que, de camino, pudimos poner a salvaguarda.







Besos.