jueves, 12 de junio de 2008

El salto

Hola.

Tanto cuesta el perderse como retornar.
No quiero que los objetivos que me marque para mi vida los vea como erróneos cuando los cumpla, será tarde para rectificar.
No es el dejarse llevar y esperar a que todo llegue: hay cosas que si no se persiguen nunca llegarán por si solas.
Ahora busco liberarme en sentido espiritual (aunque suene algo sectario), guiar mis objetivos de la manera más flexible -sin abandonarlos- y vivir el momento haga lo que haga, incluso si el momento es malo.
No deseo vivir “un sueño lúcido” sino vivir y soñar, y que ambas cosas no se mezclen.
Siento que despierto más cada día y esta especie de miedo escénico me impide terminar de dar el salto. El salto ... a no se muy bien donde.



¡Besos!

domingo, 8 de junio de 2008

Espera

Espero a que llegue, me impaciento;
aún tarda. Hay tiempo, lo sé;
no quiero esperarlo, no quiero.
Se pasa la hora, hoy tampoco será.

Despierto, la claridad me ciega:
¡hoy es el día! Apresurado,
salgo a la calle, me mira, la esquivo.
Nos encontramos tras una esquina; respiro.

De la mano vamos a nuestro lugar,
espera al otro lado de un obstáculo
que se presenta inusitado, amenazante.
Lo alcanzaremos juntos, sin dudar.

Es la primera vez que escribo algo con forma de poesía. Prentedía escribir una metáfora sobre lo esquivas y tardonas que son las metas de la vida, y sin darme cuenta me ha salido algo que depende la interpretación puede ser una historia de amor, mejor así, una vez más libre interpretación -como "libres" son mis rimas, métricas, etcétera, que más da-.

Besos.