miércoles, 28 de mayo de 2014

Mal comienzo, ¿buen final?


Foto: @marietepiz

      A veces el día no empieza tal cual quisieras. Te levantas más tarde de lo que pretendías, preparas el desayuno aunque tampoco te apetece demasiado, aún tienes el empacho de la cena de anoche, la cual, tampoco te apetecía demasiado. 
Te preparas un té a duras penas, el papel para sujetar la bolsa va dentro de la taza y en lugar de aderezarlo con un chorlito de leche, es con zumo de piña y uva,  !coño¡ lo pone bien claro. 
En 20 minutos ya estas asqueado con el día, y eso que anoche volviste a ver el discurso de Steve Jobs de Stanford y alguno de Emilio Duró en plan auto-coaching, pero, algo ha pasado que no han trascendido la noche.
Mientras tomas el desayuno una vez arreglados los desaguisados, te fijas que sobre la mesa cae una luz brillante, potente (lógico, son las 11 de la mañana), que te hace comenzar a pensar algo más en positivo. Al final de todo es posible que, lo importante, y quizá lo único que valga realmente la pena, sea esto, poder sentir esta luz una mañana más, poder mirar al cielo que sólo alberga alguna tímida nube y respirar profundo, percibiendo ese aroma tenue a hierba mojada que aún se mantiene de la madrugada, escuchando ese pájaro que monta jaleo desde las 5, pero que nunca te ha molestado; sentir que el día se ha creado para ti, para que puedas sentirlo a cada instante, puedas jugar a la suerte del destino con cada decisión que hoy tomes o que dejes sin tomar...y al final del día, esa luz se desvanecerá, el pájaro se resguardará en su nido y todo cesará, sólo  quedando tu y las sensaciones que hayas percibido, mañana, intentemos, que sean todas positivas.

lunes, 26 de mayo de 2014

Copiar hasta reventar

Foto:http://3.bp.blogspot.com/


       Como muchas noches durante algunas épocas me interesa conciliar el sueño leyendo algo inspirador, algo, que me haga creer que mañana todo (entiéndase "todo" como el mundo en su conjunto, sus reglas y sus tradiciones) empezará a cambiar de forma mágica, y que yo también cambie y amanezca más como aquellos que me sirven de modelo, que me inspiran por esa forma, quizá tan sólo literaria o no, de vivir al margen de gran parte de las convenciones sociales, de atreverse a ser casi-completamente genuinos, a ser personas y no una masa más arrastrada por otras masas.

Cierta medida de esta inspiración la obtengo del blog Ni libre ni ocupado, el cual copio. Otra parte la obtengo de observar, a ti, y te copio, a ese señor en la fila del pan, y  le  copio, o a cualquier otro que me cruce de  camino a cualquier parte en el que vea el mínimo atisbo de transgresión, de vivir fuera del círculo, cuadrado o rectángulo dentro del cual se circunscriben nuestras vidas.
Aquel al que veo en los ojos una especial claridad que pienso que se encuentra en estrecha relación con su mucha felicidad,  le copio.

Tengo la costumbre de fijarme en los ojos de la gente y buscar el mensaje que transmiten más allá de lo que expresen verbalmente o su aspecto exterior pueda decir. Muchas veces veo simplemente apatía, ojos faltos de motivación, ojos rutinarios que se miran hacia adentro, ojos que no acompañan una conversación y caen al suelo por no gritar: ¡me importa un carajo! O bien aquellos que simplemente guardan en su retina imágenes vacías de lugares variopintos solo útiles para recordar pero que nunca fueron vividos.

Hoy especialmente veo con claridad que la vida es digerir la literatura que te transporta, disfrutar la conversación que te inspira e ilusiona, aprender de la observación  de lugares, gentes y culturas diversas, el saltar, cada día un poco, fuera de lo convencional, de lo esperado, el sentir todos los días un poco de esa adrenalina que nos aporta el cuerpo cuando nos miran como a bichos raros, cuando nadie comprende eso de lo que estamos seguros...en definitiva crear algo más de lo que teníamos ayer ; y para ello, para vivir, nadie sabe de cuantas oportunidades disponemos.