jueves, 12 de junio de 2008

El salto

Hola.

Tanto cuesta el perderse como retornar.
No quiero que los objetivos que me marque para mi vida los vea como erróneos cuando los cumpla, será tarde para rectificar.
No es el dejarse llevar y esperar a que todo llegue: hay cosas que si no se persiguen nunca llegarán por si solas.
Ahora busco liberarme en sentido espiritual (aunque suene algo sectario), guiar mis objetivos de la manera más flexible -sin abandonarlos- y vivir el momento haga lo que haga, incluso si el momento es malo.
No deseo vivir “un sueño lúcido” sino vivir y soñar, y que ambas cosas no se mezclen.
Siento que despierto más cada día y esta especie de miedo escénico me impide terminar de dar el salto. El salto ... a no se muy bien donde.



¡Besos!

No hay comentarios: