viernes, 25 de febrero de 2011

Inspiración

El movimiento de la juventud, la defensa de los legítimos derechos, de la libertad, de la vida.
En estas semanas presencio lo que no me ha tocado vivir en mi país, pero que no hace tanto ocurrió, lo presencio en la distancia pero con el más vivo de los intereses, con la mayor esperanza.
Primero en Túnez, el pueblo consiguió derrocar a Ben Ali (14 años en el poder), la llama de la revolución se extendió a Egipto cayendo Mubarak (30 años en el poder) y hoy continúa en Libia donde, pronto, inminentemente espero, Gadafi (42 años en el poder) seguirá los pasos de sus viles socios.
Poco a poco, estos pueblos están logrando que se reconozca verdaderamente sus derechos y que puedan, por fin, ponerlos en práctica. Con ello mejoran sus países, pero contribuyen también a mejorar el mundo. Un país más libre, es mucho, y es un gran paso para lograr vivir en un mundo justo, para lo cual aún falta mucho. Ver que aún hay en el mundo capacidad de plantarse, jugarse el resto y cambiar las cosas, inspira.
Me planteo si en España los jóvenes seríamos capaces de salir a la calle, de anteponer la justicia a nuestros intereses, a nuestra propia vida. Probablemente no, probablemente nos manifestaríamos si no pudiéramos ver el fútbol, si no pudiéramos echar gasolina al coche para ir de fin de semana….y es ahí donde aún más motivos nos unen a los países como Libia. Deseamos, defendemos y adoramos la sociedad en la que vivimos, sociedad dependiente del petróleo, para mantenerla obligamos a los representante que elegimos, sin pensar, a viajar, besar las manos y tomar el té con asesinos, torturadores, caciques, genocidas…ahí es dónde debiéramos pensar si nuestro coche consume gasolina, gasoil, o más bien se abastece de vidas humanas y de sus libertades.

No hay comentarios: